Aunque es una película lenta me ha gustado bastante: el drama de tres vidas solitarias que se ven obligadas a convivir. Jacobo, propietario de una fábrica de calcetines lleva una vida rutinaria y gris que se refleja en cómo lleva su negocio: un negocio que se cae a pedazos, sucio y anticuado en el que trabaja Marta, su empleada de confianza y a la que le pedirá un favor insólito: que se haga pasar por su mujer durante la visita de su hermano Herman a Uruguay. La relación de los dos hermanos, distante y sin comunicación vendrá balanceada por la presencia de Marta que, en cierta forma, formará un puente entre los dos y facilitará la comunicación. Sin embargo, en esta relación, el único que no parece cambiar es Jacobo, que sigue con su misma vida gris en los pequeños momentos de color que se le ofrecen en esos días. A la vuelta de Herman a Brasil, Marta no se presentará más a trabajar a la fábrica.
viernes, 19 de febrero de 2016
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