domingo, 27 de enero de 2013

Quién soy yo

Soy la hija mayor de Javier y Mary; hermana de María, Javi y Eli y nieta de Antonio, Emilia, Valero y Araceli pero mis orígenes y el valor que mi vida tienen se definen por ser hija de Dios.
 
- Génesis 1: 26 "Hagamos al hombre (y a sus descendientes, como Loida) a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra".
 
- Génesis 2: 7 "Entonces Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente".
 
No hay nada como apuntarse a un curso de cerámica para experimentar el proceso creador: se toma la arcilla, se le echa agua y se empieza a amasarla para conseguir la textura adecuada -ni muy dura, ni muy blanda-. Comienzas a crear la base (posiblemente las piernas) y continúas quitando y poniendo arcilla hasta que la figura te convence. Antes de meterla al horno hay que dejarla secar un tiempo, por si se quiere pintar, pero después va al horno y una vez que sale del horno, ¡ahí tienes a tu bebé! 
 
Varias son las enseñanzas que he sacado de hacer cerámica:
- Que Dios se implicó directamente en mi creación: que bajó del cielo a la Tierra, que se sentó en algún sitio para estar más cómodo, que buscó alguna plataforma recta y firme sobre la que moldearme, que se dio una vuelta por ahí para buscar la mejor arcilla y el agua,  que se ensució las manos y que, incluso, dos días después, aún tendría restos de arcilla en las uñas y que, por último, en un gesto íntimo, me sopló aliento de vida en mi nariz. ¡Bienvenida a la vida, Loida!
 
Sí: mi vida, tu vida tienen sentido. No somos producto de la casualidad sino del amor creador de un Padre. ¡Ánimo! Eres especial.