Después de leer Chinesse Cinderella tenía que leer Falling leaves de Adeline Yen Mah. En el primero se centra en su niñez y en el segundo relata la historia de su vida pero ambos comparten un denominador común: su lucha por ser aceptada y querida por su familia. Al poco de nacer, su madre morirá y en sus hombros recaerá la "culpa" de traer mala suerte a la familia y haber matado a su madre. Al poco tiempo su padre se volvió a casar con una mujer hermosa con la que tuvo dos hijos y desde el primer día hubo una clara distinción entre los cinco mayores y los dos últimos. Tanto en su tía paterna como en su abuelo encontrará el cariño que no encuentra en sus hermanos y padres pero su madrastra se las fue ingeniando para apartarla de estos lazos. Practicamente abandonada a su suerte tanto emocional como económicamente a pesar de pertenecer a una familia rica, Adeline se volcó en sus estudios y se labró un buen futuro profesional. Tuvo la oportunidad de estudiar medicina y de establecerse en los Estados Unidos donde vive felizmente con su marido y sus dos hijos.
La vida familiar de Adelina te marca. No comprendes cómo la gente que se supone que tendría que haberla amado más, la maltrataba de esa forma. Me quedo helada, no encuentro palabras. Me pregunto cuánta gente a nuestro alrededor estará sufriendo en silencio como Adeline. Ojalá podamos transmitir una ronrisa y unas palabras de cariño a todas aquellas personas que se cruzan en nuestro camino... No sabemos qué es lo que pueden esconder.
Caras vemos corazones no sabemos. El papa de uno de mis mejores amigos tiene cáncer y está en tratamientos de radioterapia, hoy le llame para darle animo el me respondió con entusiasmo pero en realidad la debe estar pasando difícil. Es bueno siempre dar palabras de aliento a los demás.
ResponderEliminar...¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias! (Rom 10:15)