Después de leer El verano del inglés me animé a leer más libros de la autora. Éste ha sido el siguiente y aunque también me ha gustado, me ha resultado más pesado de leer.
Carmen Riera se convierte en la protagonista del libro, canal que utiliza para ponerse en contacto con sus lectores, para que le ayuden a esclarecer varios aspectos de su vida personal: la vida y muerte de su madre y la paternidad de su padre. Al tratarse de hechos que se remontan a 40 años, la investigación que emprende termina en una serie de interrogantes o sugerencias que deja abiertos para que el lector que tenga las respuestas, pueda completar el puzzle de su vida.
Puntos a destacar: la metaficción de la obra; es decir, el juego entre realidad y ficción. Un juego en el que no elige a otros personajes como al Sr. Benengeli sino a ella misma y a su familia.
He leído algunos comentarios por ahí sobre el aspecto político de la novela: el partidismo que hace la autora/protagonista sobre los republicanos, los buenos, frente a los malos de la película, los nacionales. No creo que en las guerras ningún bando, por muy buenos ideales que abandere, sea mejor que el otro ya que todos encañonan armas, matan inocentes y destruyen un país. Pero a la definitiva, es la autora la que decide qué quiere escribir en su novela y cómo lo quiere hacer y el lector el que debe seleccionar o procesar esa información de forma objetiva.
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