jueves, 15 de diciembre de 2011

Gabriela, clavo y canela

Al final, después de más de 500 hojas, no ha estado mal... Aunque no es el tipo de lectura que me gusta reconozco que es una bellísima descripción del Brasil rural: coroneles, políticos, trabajadores del cacao, mantenidas, etc... Una zona que va transformándose lentamente, que va dejando paso a la modernidad y a un tipo de relaciones personales más civilizadas. La pequeña ciudad sin ley se va convirtiendo poco a poco en un próspero puerto marítimo. Aunque el título está dedicado a Gabriela, la protagonista mulata que huele a clavo y canela, el título podría estar dedicado a Ilheus. Gabriela es una mujer muy hermosa, natural, sencilla que entra a trabajar como cocinera al bar de Nacib. Nacib no puede resistirse a los encantos de Gabriela y se convierte en su amante y de amante en su esposa. El matrimonio y los intentos de Nacib por convertirla en una señora respetable la van apagando lentamente. Gabriela no entiende por qué tiene que modificar su conducta y Nacib, ajeno a sus sentimientos, se enterará tarde de que mantiene relaciones con otro hombre. Con argucia legal, el matrimonio se anula pero Gabriela, tan apegada a Nacib, volverá a ser su cocinera y su amante.

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