Es la última película argentina que he visto y, como casi siempre, me ha encantado. Juan, apodado "el mudo" por los habitantes de la población en la que vive, trabaja como conductor de autobuses de larga distancia. Sin embargo, esa aparente vida gris esconde un amor por la maestra del pueblo. Un día, ella le pide un favor: que lleve un frasco de orina para analizar a la ciudad a la que va como destino. El protagonista, dispuesto a cumplir sus deseos, accede a llevarle el frasco pero en el camino surgen varios problemas: en primer lugar el frasco se lo olvida en el restaurante en el que suele comer y cuando va a buscarlo, este está cerrado. Cuando por fin consigue hacerse con él, se le cae y en una mala y rápida decisión, se anima a sustituirlo con su propia orina... A raíz de esto, el frasco será el medio que los hará conocerse y... ¡Habrá que verla para saber cómo se desenvuelve y a dónde se llega!
viernes, 9 de agosto de 2019
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