Es una de las mejores películas que he visto últimamente: ácida e irónica. Allan, un centenario que vive en una residencia, se escapa por la ventana de su cuarto el mismo día de su cumpleaños. A partir de entonces, sin él saberlo, se lleva una maleta en su viaje a ninguna parte que pertenecía a un mafioso. La búsqueda de la maleta y el cambio de destino del abuelo se convertirá en un recorrido por la apasionante vida del anciano y en la aniquilación de los "malos".
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