Es la primera vez que veo una película búlgara y me ha gustado bastante. La película cuenta cómo un abuelo intenta que su nieto recupere la memoria perdida después de un accidente de tráfico. En el accidente mueren los padres del joven y toda la película es una recuperación de esa memoria perdida a lo largo de un viaje en bicicleta desde Alemania hasta Bulgaria, bajo las reglas del backgamon, del que el abuelo era un genio.
Las imágenes de Bulgaria, país que nunca he visitado, me recuerdan a Turquía y a Albania. Es impresionante comprobar cómo los Balcanes son deudores del Imperio Otomano en sus costumbres, comida y arquitectura.
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