Esta película me ha encantado. La película situada en algún pueblo costero del norte de Francia trata de una mujer de mediana edad, casada, con una hija adolescente y de clase media baja. Se gana la vida realizando trabajos de limpieza en casas particulares y en un hotel. Un día, mientras arregla la habitación de unos huéspedes, observa cómo juegan al ajedrez en la terraza y se queda prendada por la imagen tan sensual que le provoca: vino, camisón de raso, caricias y un tablero. Desde ese momento, el ajedrez se convierte en una obsesión para ella e intentará salir de la monotonía con este juego. En una casa de las que limpia descubre un tablero y le pide al dueño, un médico viudo y solitario, que le enseñe. A partir de entonces, su vida cambiará y repercutirá en las relaciones de su entorno. Su marido desconfiará de ella, dejará de reunirse con sus amigas... pero estos no serán motivos suficientes para hacerle abandonar su interés por jugar. Con el tiempo su marido se convencerá de sus verdaderas intenciones y la apoyará en el concurso al que se presentará y ganará.
jueves, 23 de abril de 2015
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