jueves, 17 de junio de 2010

Anfitrión

Júpiter se encapricha de Alcmena y se hace pasar por su marido para acostarse con ella. De igual forma convierte a Mercurio en Sosia, el criado del marido. El veradero Sosia y Anfitrión, el marido, no lográn entender las confusiones que esta clonación provocan y la comedia gira en torno a los malentendidos de los personajes protagonistas.


Hay algunas partes que se han perdido pero no impiden comprender el desenlace de la obra: Anfitrión acata con gusto las acciones de Júpiter y va a ser papá de dos niños que nacerán en el mismo parto. Uno de los hijos será suyo pero el otro de Júpiter, que por consideración con Alcmena hará que nazca el mismo día que el otro para evitarle más dolor.




Uno de los aspectos que me ha llamado la atención de esta comedia es la actitud de los dioses y de los humanos. Hace poco leí que la moral de un pueblo venía diseñada por cómo consideraban a sus dioses y leer a Anfitrión me hace entender un poco más a la sociedad romana. Me asombra descubrir a un Júpiter egoísta, adúltero, engañador, falso, irónico y aprovechado que no destaca por ninguna virtud que le merezca el título de Dios.... ¡Cuán diferente es mi Dios!

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