En unas vacaciones de primavera, Doug tuvo una experiencia que guardaría en su mente y que tiempo después realizó: conoció a una pareja que vivía en una cueva apartada del mundo, en lo alto de las montañas. Esa forma de vida le impresionó tanto que decidió seguir su ejemplo después de otro fracaso escolar. Encontró una cueva que le gustó y allí vivió como un hombre de las cavernas por año y medio. En este lugar encontró una Biblia que alguien había dejado allí y tras la lectura de la misma y la paz que le producía se convirtió al cristianismo.
Su genuino caminar por el cristianismo le llevó a encontrar una iglesia que enseñara los preceptos de la Biblia y cuando la encontró se dio cuenta poco a poco que quería dedicar su vida al ministerio.
Hasta el día de hoy Doug Batchelor es un hombre dedicado a la Predicación de la palabra de Dios y un prolífico escritor.
¡Muchas gracias por tu testimonio, Doug! Nada es imposible para Dios y Él puede reconducir al redil a las ovejitas más perdidas.
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