La vida de Pi es la representación de la novela homónima de Yann Martel y es una de las mejores películas que he visto últimamente. Piscine Molitor es una niño indio con un nombre peculiar que su padre decide ponerle en honor de una piscina pública de París. Este nombre provoca burlas entre los compañeros de su escuela y él decide cambiarlo por Pi e impresionar a sus compañeros al relacionarlo con el número decimal. Su familia es propietaria de un pequeño zoológico en la India francófona pero un día deciden vender sus negocios e inmigrar a Canadá en buscar de un futuro mejor. En su viaje a Canadá se embarcan en un carguero japonés con todos los animales para poder venderlos allí pero el buque sufre un accidente y se hunde. Él logra salvarse en una barca salvavidas pero en el tumulto de la tragedia una cebra, un orangután, una hiena y un tigre suben también. En el barco todos los animales acaban en las garras del tigre: Richard Parker y a partir de entonces, hay una lucha de supervivencia, aventuras y convivencia entre los dos seres durante 227 días en los que finalmente llegarán a costas mexicanas y lograrán salvarse.
La película está salpicada de bellas escenas marinas, un tanto fantasiosas, pero muy impactantes visualmente. Además, la carga espiritual que derrocha hace que quieras buscar al creador para ponerte a su disposición.
Totalmente recomendable.